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15.11.2019Se avistó aquí, en Asturias, una zona amable para la avispa asiática, por la abundancia de arroyos, espacios abiertos y actividad apicultora. Seguimos el comportamiento de una reina en un nido embrionario que ha conseguido trasladarse e instalarse en un terrario. Esto ha permitido observar su afán por dar calor a los primeros huevos que puso o la laboriosa tarea de masticar el tórax de las abejas para que las larvas puedan ingerirlas.
Finalmente, para completar su aprendizaje, seis o siete días después de convertirse en adultas, las obreras saldrán del nido para empezar a cazar. Como para muchas otras especies, para la Vespa Velutina cazar representa un riesgo y sólo lo hará para cubrir las necesidades de las larvas.
Por experiencia, se sabe que la Vespa Velutina es un insecto normalmente pacífico, que puede transformarse rápidamente en un enemigo potencialmente mortal. En sus vuelos de reconocimiento, buscando alimento o agua, la avispa es pacífica y prácticamente ignora la presencia humana. Pero su humor cambia si se siente agredida y, muy especialmente, si percibe peligro para el nido.
Se diferencian dos tipos de comportamiento del insecto en estas situaciones. En una ocasión la picadura de una Velutina molesta, en acción de defensa. Fue una picadura rápida, dolorosa y con sensación de escozor, y el insecto se retiró rápidamente de su cuerpo.
En otra ocasión, la picadura se produjo después de tratar un nido con insecticida. Una vez realizado el tratamiento, nos alejamos a una distancia prudencial del nido para observarlo y, sintiéndome ligeramente indispuesto, me saqué un guante del traje de protección, momento que aprovechó una avispa en acción de ataque, que llevaba prendida del traje, para propinarme una picadura.
En este caso no fue dolorosa y el insecto permaneció enganchado varios segundos inyectando veneno, sin que pudiera atinar a separarlo. Rápidamente se perdió la visión y el habla, respiraba con dificultad y, ya tendido en el suelo, no podia moverme y perdí el conocimiento.
La picadura fue directamente en la trayectoria de una vena y los efectos del cóctel de once sustancias neurotóxicas que compone el veneno de la avispa hicieron un efecto inmediato. Gracias a la presencia de compañeros y la rápida intervención de los servicios médicos, la experiencia no pasó ser de un terrible susto.
Aunque la avispa es pacífica hay que tener muy claro que acercarse a un nido es peligroso. Y resalta la necesidad de dar aviso, siempre que se detecte uno, al ayuntamiento correspondiente para que gestione su retirada mientras está activo.