Plagas en la rehabilitación de edificios
17.07.2019Las termitas, un superorganismo
16.09.2019Las bibliotecas, los archivos, los museos y las sociedades históricas son responsables no sólo de reunir, interpretar y exhibir materiales significativos que documentan la historia, sino también de la preservación, la seguridad y el acceso a largo plazo a estos materiales. La preservación es un elemento integral de la misión de una institución cultural y la planificación para la preservación debe formar parte de su plan estratégico global, incluyendo la protección ante plagas en bibliotecas y archivos.
El control de la temperatura y la humedad relativa es de vital importancia en la preservación de colecciones de bibliotecas y archivos debido a que niveles inaceptables de estos valores contribuyen significativamente a la desintegración de los materiales. El calor acelera el deterioro: la tasa de la mayoría de las reacciones químicas, incluyendo el deterioro, aumenta hasta casi duplicarse con cada incremento de temperatura de 10°C. La alta humedad relativa proporciona la humedad necesaria para fomentar las reacciones químicas perjudiciales en los materiales y, en combinación con la alta temperatura, estimula el crecimiento de plagas en bibliotecas y archivos con hongos y actividad de insectos. Una humedad relativa extremadamente baja, que puede ocurrir durante el invierno en edificios con calefacción centralizada, puede conducir a la desecación y friabilidad de ciertos materiales.
Sin embargo, en algunas situaciones los materiales pueden protegerse de fluctuaciones moderadas. El equipo de control de clima varía en complejidad, desde un simple aire acondicionado de sala, con su humidificador y/o deshumidificador, hasta un sistema central que abarque todo el edificio y que filtre, enfríe, caliente, humecte y deshumecte el aire. Siempre es recomendable buscar la guía de expertos como Plagas&Control antes de seleccionar e instalar el equipo. Pueden tomarse medidas adicionales para controlar la temperatura y la humedad relativa. Los edificios deberían mantenerse en buen estado. Las grietas deberían repararse tan pronto como se presenten. Las puertas y ventanas deberían sellarse y mantenerse cerradas para evitar la entrada de aire exterior no acondicionado. En áreas donde ocurren fríos inviernos, las ventanas pueden sellarse en su interior con láminas de plástico y cinta adhesiva. En áreas de depósito las ventanas pueden sellarse más completamente usando tanto madera contrachapada como plástico.