19.02.2020
La plaga de orugas no es divertida por mucho que el espectáculo de la naturaleza de ver desfilar a las orugas procesionarias lo sea para los niños. O lo que les gusta a los perros que las olisquean o lamen. Porque los diminutos pelos de la oruga procesionaria pueden producir dermatitis, lesiones oculares y fuertes reacciones alérgicas, asfixia o urticaria.