Trabajos en el Monasterio San Pedro de Villanueva

La fundación de este monasterio en Onís (Asturias) se debe, según la tradición, a Alfonso I (739-757), casado con la hija del Rey Pelayo y sucesor de su cuñado Favila. Incluso se creía que para esta fundación se aprovechara un palacio o residencia real anterior. Lo cierto es que en las excavaciones llevadas a cabo durante la reforma para acondicionar el edificio como Parador (1994-1998), se han encontrado restos arqueológicos que demuestran la existencia de una construcción habitada ya en el siglo VIII. En la actualidad ha sido convertido en un lujoso Parador de Turismo, declarado Monumento histórico-artístico desde el año 1907, es uno de los mejores ejemplos del románico asturiano.

Los trabajos fueron realizados en las estructuras de madera de:

• El claustro, que se construyó  a finales del siglo XVI (1686), sobre el antiguo, con dos alturas, la inferior con una arcada de medio punto, y la superior con arcos carpaneles. 
• Antigua cocina del monasterio, en el  calefactorio donde los antiguos semaneros de cocina del monasterio preparaban sus  guisos y se calentaban en el único lugar  donde se podía hacer fuego. 
• Antiguo pozo y manantial del monasterio, donde las piezas arqueológicas que lo componen se encontraron en el mismo pozo. El manantial suministraba antiguamente agua al monasterio y era una parte fundamental. 
• Capilla de San Miguel, lo que fue en su día la sala capitular o sacristía de la iglesia. Era el espacio desde donde se accedía al palacio del rey Favila. Se tiene visibilidad hacia el ábside románico de la iglesia de San Pedro de Villanueva, de donde se escuchan los cantos gregorianos.  
• Biblioteca del monasterio, situada en el claustro superior junto a las celdas que ocupaban los monjes de la congregación.